¿Nos reímos?
ALFREDO YÁNEZ MONDRAGÓN | EL UNIVERSAL
sábado 19 de marzo de 2011 01:13 PM
EL BLOG OPINA:
(Cuando terminemos de reír opinaremos...)
La tragedia que se vive en Japón consigue su chispa en la decisión vernácula de congelar el proyecto nuclear autóctono. Chiste de alta factura; a la luz de las inexistentes pruebas de una esas tantas ocurrencias noctámbulas, que nunca tienen imagen en la realidad; y que por las vueltas del destino se convierten en as bajo la manga, en excusa certera ante lo incontestable.
El sobrevuelo por Palma Sola es otro chiste cargado de humor negro. "Miles de Palma Sola"; paradoja rotunda; voz que suena a eco de promesa vacía; de entrega palpable de la soberanía en manos de quienes no tienen ni idea de la densidad demográfica; de las necesidades integrales de un conjunto urbanístico. Puede que se oigan algunas risas.
Pero hay más. La declaración de solidaridad y disposición de ayuda frente al desastre en la tierra del Sol Naciente, no hace sino desternillar al más humilde de los ilusionados que espera su casa digna; o perdón, su refugio digno; tras las lluvias de 2010; o de la vaguada de 2004; o quizá del deslave de 1999; es decir; del siglo pasado. En esa sesión de chistes; no falta el anuncio de las dos millones de casas, de aquí a 2017.
Pero no todo se circunscribe al verbo del máximo contador; tiene sus segundones; como aquellos que valoraron el carácter democrático del debate entre ausentes y veinticuatro horas después izaron las banderas de la toma y el secuestro; o del repetido financiamiento banquero e internacional a quienes protestan según su real saber y entender.
También resulta un chiste que el máximo órgano electoral del país "rinda cuentas" por secretaría; o que en defensa del pueblo se establezca a Cuba como patrón en el ámbito del respeto a los derechos humanos. Es grosera la proliferación de estaciones de humor; esas que no se agotan; esas que invitan a desayunar a los huelguistas de hambre; esas que sirven para confesar el amor por la revolución china; máxima exponente hoy del capitalismo.
Todos reímos; incluso cuando en sectores que pretenden erigirse en alternativa; el tema de fondo es una fecha, o un nombre; y no un proyecto a desarrollar; y no una propuesta factible de progreso; que se pueda evidenciar en los espacios que hoy se tienen.
Es para llorar de la risa, que cantemos al son de consignas; antes de entender en su crudeza el marasmo fiscal, el abismo social; el derrumbe como ciudadanos. Sí, no cabe duda; somos el país más feliz del mundo. Avalamos sin pudor; por miedo a ser el próximo de la lista de censurados, de expropiados, de robados, de asesinados; toda esta ola de chistes... ¿Nos reímos?
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